A las y los costarricenses:

Un gobierno adversario de Costa Rica que hace tan sólo dos años invadió una porción de nuestro territorio en la zona norte del país y que recientemente ha pretendido usurpar territorio marítimo costarricense, cuestiona ahora nuestros legítimos derechos sobre el territorio de Guanacaste.

Más increíble e infame aún, con talante expansionista y en el marco de una ceremonia militar, anuncia desde Managua, la insensata ambición de “recuperar ese inmenso territorio”.

¡En nombre del pueblo y Gobierno costarricense, rechazo tales pretensiones absurdas e irrespetuosas!

Costa Rica no acepta que se cuestionen sus derechos absolutos sobre la provincia de Guanacaste, ni tampoco en lo tocante a los linderos de nuestro territorio nacional.

Los límites territoriales con Nicaragua fueron acordados con toda solemnidad, mediante legítimos convenios y tratados en el siglo XIX. Por ello, Costa Rica desecha cualquier llamado a diálogo que pretenda cuestionar su integridad territorial y su soberanía.

Nicaragua no tiene ningún derecho sobre Guanacaste.

El comandante que manda el régimen de Managua, atropella la realidad histórica y jurídica para ofendernos y pretender engañar a su propio pueblo.

Los pueblos del Partido de Nicoya se anexionaron a Costa Rica el 25 de julio de 1824 por su propia voluntad. El Congreso Federal de Centroamérica aprobó esa anexión en 1826. Otros pueblos fueron agregados a aquel territorio para formar en 1835 el departamento de Guanacaste. El tratado Cañas-Jerez, definió en 1858 los límites territoriales entre Costa Rica y Nicaragua. Es mentira que este tratado haya sido negociado bajo presión externa.

Esta es la verdad histórica de los hechos.

Lo cierto es que el presidente Juan Rafael Mora, al frente del Ejército Expedicionario, había ido a Nicaragua para librar a ese pueblo hermano de la esclavitud impuesta por las tropas filibusteras que llegaron a Centroamérica en contubernio con una de las facciones de su guerra fratricida.

Se equivoca ese comandante que agravia a la patria de Don Juanito. Los costarricenses somos un pueblo pacífico pero dispuesto a responder a tales insolencias mediante la fuerza de nuestras convicciones, de la verdad histórica y del derecho internacional.

El conflicto de isla Calero será resuelto a su hora por la Corte de La Haya. Los límites marinos deberán ser objeto de un proceso de diálogo franco y abierto, previa delimitación temporal hecha por las Naciones Unidas. Pero que no les quede la menor duda, a Guanacaste ¡no pasarán!

Hoy como ayer, defenderemos el territorio nacional con los recursos legales e internacionales que estén a nuestro alcance y con la misma convicción con que se defiende la santidad del hogar y se protege a la familia.

El día de hoy, hemos tomado las siguientes decisiones:

  1. Citar al Embajador de Nicaragua en Costa Rica para entregarle una enérgica nota de protesta.
  2. Llamar en consulta al embajador de Costa Rica en Nicaragua, como expresión de nuestro malestar.
  3. Proceder a informar a la Organización de Estados Americanos, en la persona de su Secretario General en el marco de la reunión de consulta de cancilleres que se mantiene abierta por la invasión a Isla Portillos desde el año 2010.
  4. Proceder a informar al Secretario General de las Naciones Unidas y a la Presidencia del Consejo de Seguridad de dicho órgano sobre la amenaza proferida contra Costa Rica, para que tomen nota ante la eventualidad de futuras acciones.

Adicionalmente, seguiremos desplegando los planes de trabajo que están en marcha para el fortalecimiento de la seguridad de nuestra frontera norte, mediante el desarrollo de los pueblos fronterizos, la construcción de la Ruta 1856 y una mayor y más efectiva presencia policial.

Queridas y queridos compatriotas:

El Gobierno de la República convoca a los hijos de esta tierra de paz y libertad a unirnos en la defensa del honor patrio, mediante el repudio de tales actos. Basta ya de afrentas, infamias y bravuconadas.

Aplaudimos el sentido de unidad nacional que se recoge en la moción aprobada hoy de manera unánime por las señoras y señores diputados de nuestro congreso. Celebramos las manifestaciones de rechazo a las pretensiones del Gobierno de Nicaragua emitidas por los alcaldes y municipalidades de la provincia de Guanacaste.

Respetamos al hermano pueblo nicaragüense pero repudiamos la desvergüenza de quien intenta ultrajar la dignidad de Costa Rica.

¡Hoy, al igual que hace 189 años la voluntad de Guanacaste se impone de nuevo en la historia y su anexión a nuestra patria, nos seguirá por siempre cubriendo de gloria!.

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