“Nuestro café no solo es bueno por el consumo de los costarricenses, sino porque en los últimos 30 años la calidad ha mejorado”, Rafael Díaz, economista del Cinpe-UNA.

Si bien las personas se medirán a la hora de comprar café, la industria deberá asumir el reto de que no disminuya el consumo por un excesivo incremento en los precios.

 

En los últimos días hemos notado un incremento en el precio del café al consumidor, ya sea en sodas, restaurantes, supermercados y otros expendios. Ante esto surge la inquietud de por qué se da el aumento si Costa Rica es un país tradicionalmente productor de café. Para clarificar y comprender un poco este fenómeno consultamos a Rafael Díaz Porras, experto en el tema, y economista del Centro Internacional de Política Económica (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA).

 

Díaz explicó que Costa Rica es un consumidor de café con un nivel percápita de consumo tan alto como el de Estados Unidos y es el segundo país en consumir dentro de los países productores de café después de Brasil; esto quiere decir que el mercado nacional es pequeño pero dinámico. “Algunos cafés que usualmente se exportaban dejaron de hacerlo y vinieron al mercado interno, en ese sentido tenemos un mercado dinámico, pero debido a que la producción de café de Costa Rica viene en descenso, entonces nuestro “grano de oro”, que ya es escaso en el exterior, también lo es a escala nacional”, comentó Díaz.

 

El economista agregó que la mayor parte del café que producen los caficultores costarricenses se exporta a mercados extranjeros; no obstante, se presenta en una época que beneficia al caficultor tico, donde los precios del café a nivel internacional están por encima de los $200, sobre todo, por los problemas de Brasil para sostener su producción. Por ende, los precios internacionales son altos y los mismos se reflejan en el precio del café que tiene que comprar el tostador para satisfacer el consumo nacional.

 

Por esa razón, -subrayó Díaz- los tostadores han recurrido a la importación, a pesar de cumplir con el requisito establecido por el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé) de qué por lo menos el 12% de lo producido debe consumirse internamente. En general, los precios del café para los tostadores nacionales se ven afectados por el precio internacional, porque de alguna manera el mercado nacional tiene que satisfacer los ingresos de los productores de café”, señaló el experto del Cinpe.

 

El economista del Cinpe recalcó que se afronta una situación, donde el café costarricense es escaso, pero se vende bien afuera e incluso con precios superiores al que determina el mercado internacional. “Ese elemento que es bueno para la industria, pareciera que nos empieza afectar dependiendo de nuestros ingresos para consumo diario y gasto. Sin embargo, la industria del café tostado de Costa Rica debe tener claro que, ante el incremento en el costo o materias primas, no puede perder el mercado nacional aunque los precios suban excesivamente”, precisó Díaz.

 

Tome en cuenta

Ante los incrementos en el precio del café, el economista del Cinpe-UNA ofrece cuatro recomendaciones a los consumidores:

 

·         Ajustar sus gustos

·         Valorar y optar por otro tipo de café

·         Comprender que tomar un buen café de Costa Rica es un bien de lujo, que compite con otras bebidas por las que también se paga un alto precio.

·         Analizar la relación precio-calidad a la hora de comprar café, para evitar el deterioro del producto en poco tiempo.

 

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