Análisis de laboratorio por parte de UNA evidenció incremento considerable de toxinas paralizantes en muestras de agua tomadas del Golfo de Nicoya
El Servicio Nacional de Salud (SENASA ) del Ministerio de Agricultura y Ganadería declara a partir de hoy como medida sanitaria preventiva la veda para la extracción y comercialización de moluscos bivalvos (mejillón, almeja, ostras, etc ) tanto de cultivo como silvestres en la costa pacífica; esto debido a que los últimos muestreos y análisis realizados por la Universidad Nacional (UNA) a muestras de agua tomadas del Golfo de Nicoya reportaron altas concentraciones de toxinas paralizantes.
Además de los muestreos, imágenes satelitales de toda la costa pacífica aportadas por la Universidad de Costa Rica (UCR), muestran un incremento progresivo en la cantidad de clorofila a nivel superficial del mar lo que indica la presencia de microalgas; este tipo de floraciones algales son fenómeno conocido popularmente como marea roja tóxica.
La “Marea Roja” es un fenómeno natural que se produce por un aumento de la población de algún tipo de
microalga, debido a diferentes factores oceánicos como temperatura, luminosidad, salinidad, cambio de corriente, entre otros. En algunos casos estos podrían producir distintas toxinas dañinas que pueden ser ingeridas por moluscos bivalvos y quedar alojadas en ellos; al consumir este producto se ingiere también la toxina lo que puede provocar daños en la salud de las personas, además de pérdidas económicas para la acuicultura y la actividad extractiva.
El consumo de moluscos bivalvos que contengan altas concentraciones de biotoxinas representa un riesgo de intoxicación para las personas que lo ingieran provocando efectos que van desde trastornos digestivos o neurológicos hasta la muerte.
Es por lo que en resguardo de la salud pública SENASA extenderá la veda hasta que el estudio que se está realizado de análisis de carne de moluscos bivalvos en coordinación con INCOPESCA y la UNA , obtenga resultados consecutivos durante tres semanas de niveles no cuantificables de toxinas paralizantes.