Franklin Castro R.

Una comitiva de Oficiales de Tránsito de San José, tomó durante una semana los distritos de Paquera y Cóbano, en una embestida que buscó aplicar la nueva Ley de Tránsito sin contemplaciones de ninguna especie. Así se dieron altas multas a aquellos que no andaban a “derecho” y se quitaron vehículos a los que de acuerdo a la ley, no deben andar circulando.

La ley hay que respetarla y es evidente que en las zonas rurales, muchos vehículos representan un verdadero peligro, amén de que algunos o muchos de los que circulan son robados y por la poca vigilancia no son detectados por las autoridades. Igualmente los motociclistas se resisten a usar casco, algunos como el caso de un amigo nuestro, no lo usan porque este les borra el peinado.

El problema es que las multas son para el primer mundo y como sabemos en nuestro país, en muchos lados debemos circular por trillos de carreta y así es difícil tener un vehículo en buenas condiciones. Por ejemplo para ir a revisión técnica, hay que visitar al mecánico un día y al siguiente ir a la prueba, porque si de deja pasar una semana, se aflojan las tuercas y la monopólica RTV nos saca más dinero.

Si bien es cierto los ciudadanos tenemos deberes, también tenemos derechos. Creo que es hora de que se obligue al Estado (MOPT), a invertir en el mejoramiento de las vías. No puede ser que el Gobierno adopte medidas que maltraten al habitante: fuertes multas en caminos que dan vergüenza. En estas condiciones estamos ante un Estado irresponsable y hasta antidemocrático, pues sin justicia social, la democracia es invisible.

Me gustaría montar a doña Laura (con el permiso del señor Rico) en una moto y darle una vuelta por algunos de los pueblos peninsulares. Sería democrático (eso sí), que la Presidenta viva en cuerpo propio lo que sentimos cada vez que nos vamos en cada hueco y que tras la dolorosa experiencia, nos salgan una docena de tráficos aplicándonos multas que para muchos representan más que un salario.

Yo considero que los Tráficos deben actuar bajo los principios de justicia y nunca llevados por la simple pasión de poner multas. Creo que el trabajo se debe cumplir en todo sentido: se persigue a los informales, pero ¿qué pasa con los taxistas de corbata (formales), que no usan la maría y cobran lo que les da la gana?. Y con los buses que andan con tarifas por la libre. En concreto, que el MOPT cumpla y luego exija.

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